domingo, 22 de enero de 2012

JUSTICIA y ECONOMIA

Aunque actualmente intento formarme como economista, mi formación básica es de jurista, soy abogado, y pese a que este blog versa de economía ya en la anterior entrada no he podido resistirme a la tentación de mezclar ambos mundos. El profano podría pensar, ¿y que diantres tiene que ver el derecho con el mundo empresarial? Hombre pues la verdad es que todo, y a la vez nada.

El Derecho y la Justicia son garantes de un orden en la sociedad, y uno de los componentes importantes del orden en la sociedad es el orden económico. Como ya he mencionado antes desgraciadamente en este país no hay justicia, ni divina, ni humana; por trabajo me toca lidiar con clientes extranjeros, complicados de tratar, pero de una gran profesionalidad en general, y ellos me han abierto la mente al mundo. Alguna vez habéis tenido que explicarle a un francés o a un americano que ese cliente que le debe tanto dinero es insolvente, y que sí, que tenemos sentencia en la que se le condena al pago de la factura, las costas, los intereses y mil conceptos más, pero como es insolvente perdido, lo único que podemos hacer es poner la sentencia en un marco y consolarnos. El cliente sorprendido te dice, pero ¿cómo? ¿no podemos llevarlo a la carcel? La verdad es que no se hasta que punto pero parece que en otros países si debes dinero puedes acabar en la carcel, aqui no, yo nunca lo he visto, y si analizo el ordenamiento jurídico, aunque no soy en absoluto experto en derecho penal, creo que no es posible.

Recuerdo en una ocasión un cliente con una empresa de reformas me llamó porque un cliente le había encargado una reforma de los baños de su casa, y mi cliente era tan cándido como lo soy yo, y no le pidió ninguna señal, total, son 12.000 euros, era una obra rápida en cuanto la acabe cobro y lo listo, o eso me explico mi cliente. Pues bien, mi buen amigo, realizó la obra y llamo al caballero que pasara por la empresa para abonarle la factura. El hombre fue, y al llegar le dijo: bueno vamos a tener que negociar las condiciones del encargo y del pago, mi cliente con los ojos como platos le dijo: no, no si esto esta claro yo te di un presupuesto, me lo firmaste, yo te he hecho la obra, y ahora me tienes que pagar. A lo que el hombre le contesto, si, pero yo no tengo un duro, así que si quieres cobrar algo bajame el precio y ya te ire pagando. Seguramente el que lea estas palabras puede pensar que estamos ante una historia de Gila, pues no, esto lo he vivido yo. Mi cliente por no darle un puñetazo directamente en la jeta a ese hombre, que la tenía bien grande (posiblemente buscaba eso para poderle denunciar y encima irse con dinerito calentito) le echo de la tienda y me llamo. Iniciamos eso que se llama un rapidisimo procedimiento monitorio, y nos encontramos que en la ejecución, vamos despues de gastar encima sus dinerillos, el fulano (llegados a este punto ya no era señor si era nada) no tenía ni una cuenta corriente, vivía con una pensión que no podíamos embargar, la casa era de alquiler de protección oficial, vamos que no cobramos un duro.

Ante esta situación se me ocurrió plantear que lo que había habido era una estafa, vamos a ver definición legal: el que con engaños hace a otro disponer de algo en su beneficio. A mi me parece claro, clarisimo: si aparezco donde alguien y le encargo una obra le estoy haciendo creer que le voy a pagar, y resulta que antes de encargar la obra soy absolutamente consciente de que no le voy a poder pagar, eso en mi cabeza es una estafa. Pues no señores, su ilustrisima señoría nos dijo que no, y que no intentaramos criminalizar el tráfico mercantil ordinario, si no han cobrado, no han cobrado, pero no ha sido con mala intención. ????????

En mi pueblo, cuando a alguien le quitas algo que no es tuyo eso es robar, y este fulano hizo que mi cliente gastara sus recursos y su dinero en su beneficio a sabiendas de que no le iba a pagar jamas, vamos, blanco y en botella leche. Pues no, debo estar equivocado.

Este hecho ciertamente es un extremo, tampoco me he encontrado con tantos supustos como este, aunque si mas de los que me gustaría.

Entre mis principales dedicaciones al mundo jurídico está el derecho concursal, he intervenido como depositario, síndico y ahora como administrador concursal en múltiples procedimientos de quiebra, suspensión y concurso. Bien, pues hasta la fecha no he visto que los acreedores comunes que de buena fe confían que un empresario les va a pagar el dinero acordado después de prestarle los servicios hayan visto satisfecho el cobro de sus prestaciones. El mayor problema que veo, además de la absoluta impunidad con que se puede hacer ésto, es la absoluta tolerancia que existe ante el impago, no recuerdo la cantidad de gente que delante de mi jeta se ha encogido de hombros y me ha dicho: no me preocupa, si soy insolvente perdido, a mi que me busquen. Y ahora que levante el dedo el lector que conozca a algún insolvente, no se Vds. pero yo tendría que levantar hasta los dedos de los pies.

El día que firmar un cheque sin fondos se despenalizo se abrieron la veda a todo este tipo de actitudes. Pero claro, estoy ahora pensando que realmente es una medida de contención del gasto público, porque, se imaginan que toda esa gente de la que estamos hablando encima de que no pagara tuvieramos que mantenerla entre todos metiendola en la carcel con cama y tres comidas diarias, y cotizando al desempleo. Pues no imagino el deficit público donde estaría; eso si por favor, señores legisladores una vez pase el tema este de la crisis por favor planteense este tema de cara a una nueva reforma penal, porque creo que sin una adecuada garantía en todos los sentidos del orden económico dificilmente se puede progresar y avanzar hacia una sociedad desarrollada.

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